El entrenamiento en suspensión o como mas se conoce hoy en día por su marca principal el TRX, nació en los años 90, cuando el ejercito de las fuerzas especiales NAVY SEAL (EEUU), fabricaron con antiguos paracaídas un sistema de correas y poleas
que les permitiera mantener una condición física optima cuando las circunstancias de su labor implicaban que no tuvieran a su disposición ni el espacio ni el equipo necesario. Hasta el año 2005 no se empezó a comercializar con el sistema.
El sistema se lleva a cabo gracias a un arnés sujeto por un punto de anclaje, fabricado de materiales diversos pero resistentes (siendo el más típico el nailon), del cual salen dos cuerdas (no elásticas) con agarres mediante las cuales realizaremos los movimientos.
En nuestro centro de Fisioterapia utilizamos las bases del entrenamiento en TRX, aplicandolas o a nuestros grupos de PILATES o a nuestro trabajo mediante ejercicio terapéutico de cara a nuestro tratamiento.
Utilizamos amplia variedad de movimientos y ejercicios que se diferencian de los ejercicios tradicionales en que las manos o los pies del paciente se encuentran generalmente sostenidos por un único punto de anclaje, mientras que el extremo opuesto del cuerpo está en contacto con el suelo. Cuando se usa el TRX, cargamos la zona deseada de la anatomía del paciente con el porcetaje deseado de peso y con una dinámica de movimiento de ejercicio. El único punto de sujeción del TRX incide sobre el apoyo y movilidad para desarrollar fuerza, flexibilidad, resistencia, coordinación, potencia y estabilidad del core.
El entrenamiento en suspensión nos permite trabajar la fuerza en todos los planos de movimiento, pero además también supone un gran medio para el trabajo de
los estabilizadores, el control postural e incluso para la movilidad articular.
Esto se debe a que cuando realizas movimientos bajo una inestabilidad externa, generas estímulos que requieren un mayor control neuromuscular y una participación más significativa de los músculos estabilizadores.
¿En qué se traduce todo esto?
En una mejora de la fuerza, mayor riqueza motriz, mejoras a nivel postural, mayor estabilidad de la articulación e incrementos en la coordinación intermuscular. Todo
esto te ayudará a conseguir transferencias funcionales hacia determinados gestosvdeportivos.
Otras grandes ventajas del entrenamiento en suspensión:
Permite entrenar todo el cuerpo.
En especial el CORE (abdomen) ya que en la gran mayoría de ejercicios solicitaremos
su participación para mantener la postura.
Permite realizar un trabajo muy gradual, realizando ejercicios muy básicos y sencillos
pero también muy complejos y complicados.
Permite trabajar movimientos que implican grandes cadenas musculares
(entrenamiento funcional).
Aumente la fuerza, la resistencia muscular, flexibilidad y tonificar el cuerpo.
Es un buen entrenamiento cardiovascular y quemagrasas,
Mejora la coordinación tanto del tren superior como del tren inferior.
Por todo ello el entrenamiento estaría indicado para todo tipo de patologías ya que su posibilidad de adaptación al paciente es infinita, y es los que trabajamos en nuestros grupos de PILATES Y DE EJERCICIO TERAPÉUTICO :
Lumbalgias
Cervicalgias (postural)
Tendinopatias
Luxaciones
Esguinces
Patologías rodilla/cadera
Perdida de peso
En nuestras salas de ejercicio terapéutico disponemos de 4 TRX anclados al techo con garantía del 100% de seguridad en la realización de los ejercicios, consideramos que no es un tema banal y nos preocupamos de realizar la instalación lo más segura posible.