Los estudios epidemiológicos demuestran que hasta un 80% de los músicos profesionales sufren de dolor músculo-esquelético durante la reproducción de su instrumento[1]. Y además existen altas tasas de prevalencia en los estudiantes de música (hasta 67%). El número de lesiones en las extremidades superiores por cada 100 actuaciones se estima en 8,3[2] con una alta prevalencia en los instrumentistas de cuerda[3]

Es un  trabajo de baja carga y alta repetición de la tarea, donde son posibles factores agravantes, la postura de trabajo y los factores estresantes mentales.

Tocar el violín  requiere el uso de una posición de brazo elevado, y los que adoptan esta posición durante más de 3 horas al día de trabajo tiene más de cinco veces más riesgo de dolor en el hombro y cuello en comparación con los instrumentistas que tocan con neutro (el brazo más cercano a la laterales)[4]. Es habitual encontrar una articulación glenohumeral izquierda anteriorizada, con bandas tensas y puntos gatillo del pectoral menor, provocado por el posicionamiento anterior del violín con respecto al plano frontal que pasa por el tronco del músico.

Wioletta Zabek y Roxana Wisniewska

Wioletta Zabek y Roxana Wisniewska

Cuando analizamos la columna cervical, observamos que requiere además una acción específica de los flexores cervicales para apoyar el instrumento entre la barbilla y el hombro. Los músculos de la región del cuello, y en particular, los músculos flexores cráneo-cervicales, se utilizan para estabilizar el violín entre el hombro, la clavícula y la barbilla, y esto puede influir (ya sea contrarrestar o intensificar) cualquier cambio en la activación muscular cervical. Es una relación recíproca en los dos sentidos (causa o consecuencia), por un lado el hecho de un deficiente control motor de la musculatura cervical puede inducir la aparición de  sintomatologia cervical[5],[6] y de cuello, y por otro lado el que exista ésta, puede desenbocar en un control motor inadecuado. Teniendo el dolor músculo-esquelético el potencial de interferir con la calidad del desempeño.

Recientes estudios[7] han establecido la hipótesis de que para tocar el violín y la viola es necesario un buen funcionamiento de los flexores cervicales superficiales y profundos (por estudios en sujetos sanos) del cuello. En él se estudió mediante electromiografía de contacto el comportamiento de la musculatura flexora de violinistas con y sin dolor de cuello utilizando la prueba de flexión cráneo-cervical. De una muestra de 53 de los cuales 12 eran violinistas con dolor cervical (relacionado directamente con el tiempo de ejecución) 21 violinistas sin dolor cervical (todos con una experiencia media de 20 años con 3.4 horas de ensayo) y 21 no músicos sin sintomatología. Los violinistas calificaron calidad en la técnica, como un poco más de la mitad de su capacidad normal según una escala específica personal.

En otro estudio de violinistas con y sin dolor de cuello se registró la actividad EMG de los músculos del cuello y axioescapulares mientras tocaban y demostró una mayor actividad del trapecio superior izquierdo, los extensores del cuello y los músculos esternocleidomastoideo bilaterales[8]. El violinista con dolor cervical o de cuello demostró una actividad electromiográfica significativamente mayor en el músculo ECOM en la ejecución de una flexión craneocervial, que la de violinistas sin dolor y los grupos de control no músicos. Esta mayor actividad del músculo ECOM es un hallazgo común en pacientes con una variedad de trastornos de dolor de cuello, y este aumento de la actividad en esta tarea, se ha asociado con una actividad reducida de los músculos flexores cervicales profundos.

Por otro lado también podemos encontrar alteraciones biomecánicas y anatómicas de la articulación témporomandibular[9]. La presión que hace el mentón sobre el violin, desplaza la ATM hacia la derecha como muestra un estudio[10] en el que se midio el desplazamiento de los incisivos inferiores en función de la fuerza realizada por el músico, y que pudiera explicar la mayor incidencia de sindromes de desorden temporomandibular en violinistas, objetivada en algunos estudios[11],[12] así como la existencia de una alta frecuencia de aparición de bruxismo[13], este ultimo no relacionado con el número de horas de estudio. Esta fuerza de estabilización varía en función de la posición de la mano izquierda[14].

Wioletta Zabek y Roxana Wisniewska

Wioletta Zabek y Roxana Wisniewska

Analizando otros posibles puntos de conflicto nos encontramos con que las curvaturas vertebrales de los violinistas en el plano sagital difieren a los de la población general como se evidenció en un estudio[15] observacional de violinistas con respecto a un grupo control, y en los que se encontraron diferencias principalmente en términos de parámetros de longitud y profundidad, en la que los músicos se caracterizaron por una  cifosis torácica más larga y profunda (P <0,01) y una rectificación de la lordosis lumbar (P <0,05), un mayor ángulo de cifosis torácica (P <0,005), y un ángulo de inclinación menor de la charnela toracolumbar y lumbosacra de la columna vertebral (P <0,01). Estas alteraciones no tienen  porque reflejarse en la aparición de sintomatología, aunque si suele hacerlo la falta de estabilización[16]o las alteraciones sensoriomotoras[17] de la columna lumbar.

Aún así, se necesita una mayor investigación sobre la relación entre la ejecución del gesto, la función muscular y el dolor, con el fin de comprender mejor el papel de esta en las regiones anatómicas alteradas en los síndromes dolorosos de los violinistas, y que nos encamine hacia estrategias preventivas y de gestión del trabajo.

[1] Steinmetz A, Scheffer I, Esmer E, Delank KS, Peroz I (2014)Frequency, severity and predictors of playing-relatedmusculoskeletal pain in professional orchestral musicians in Germany. Clin Rheumatol.

[2] Cayea D, Manchester R (1998) Instrument-specific rates of upperextremity injuries in music students. Med Probl Perform Art 13(1):19–25.

[3] Larsson L, Baum J, Mudholkar G, Kollia G (1993) Nature and impact of musculoskeletal problems in a population of musicians. Med Probl Perform Art 8(3):73–76.

[4] Nyman T, Wiktorin C, Mulder M, Johansson YL (2007) Work postures and neck-shoulder pain among rchestra musicians. Am J Ind Med 50(5):370–376.

[5] Jull G, Kristjansson E, Dall’Alba P (2004) Impairment in the cervical flexors: a comparison of whiplash and insidious onset neck pain patients. Man Ther 9(2):89–94.

[6] Mayoux-Benhamou MA, Revel M, Vallee C, Roudier R, Barbet JP,Bargy F (1994) Longus colli has a postural function on cervical curvature. Surg Radiol Anat 16(4):367–371.

[7] Steinmetz, A., Claus, A., Hodges, P.W. et al. Neck muscle function in violinists/violists with and without neck pain. Clin Rheumatol (2016) 35: 1045. doi:10.1007/s10067-015-3000-4.

[8] Park KN, Kwon OY, Ha SM, Kim SJ, Choi HJ, Weon JH (2012)Comparison of electromyographic activity and range of neck motion

in violin students with and without neck pain during playing.Med Probl Perform Art 27(4):188–192

[9] Kok LM, Huisstede BM, Voorn VM5, Schoones JW, Nelissen RG.The occurrence of musculoskeletal complaints among professional musicians: a systematic review.Int Arch Occup Environ Health. 2016 Apr;89(3):373-96. doi: 10.1007/s00420-015-1090-6. Epub 2015 Nov 12.

[10] Obata S, Kinoshita H (2011) Lateral movement of the mandible due to varied levels of chin force application

[11] Kovero O, Kononen M, Pirinen S: The effect of violin playing on the bony facial structures in adolescents. Eur J Orthod 997; 19(4):369–375.

[12] Rodríguez-Lozano FJ, Sáez-Yuguero MR, Bermejo-Fenoll A (2010) Prevalence of temporomandibular disorder-related findings in violinists compared with control subjects. Oral Surg Oral Med Oral Pathol 109:e15–e19

[13] Rodríguez-Lozano FJ, Sáez-Yuguero MR, Bermejo-Fenoll A (2008) Bruxism related to violin playing. Med Probl Perform Ar 23:12–15

[14] Obata, Satoshi ; Kinoshita, HiroshiChin force in violin playing. European Journal of Applied Physiology, 2012, Vol.112(6), pp.2085-2095

[15] Barczyk-Pawelec, Katarzyna ; Sipko, Tomasz ; Demczuk-Włodarczyk, Ewa ; Boczar, Agata. Anterioposterior Spinal Curvatures and Magnitude of Asymmetry in the Trunk in Musicians Playing the Violin Compared With Nonmusicians. Journal of Manipulative and Physiological Therapeutics, May 2012, Vol.35(4), pp.319-326

[16] Steinmetz A1, Seidel W, Muche B.Impairment of postural stabilization systems in musicians with playing-related musculoskeletal disorders.J Manipulative Physiol Ther. 2010 Oct;33(8):603-11. doi: 10.1016/j.jmpt.2010.08.006. Epub 2010 Oct 12.

[17] Daenen L1, Roussel N, Cras P, Nijs J.Sensorimotor incongruence triggers sensory disturbances in professional violinists: an experimental study.Rheumatology (Oxford). 2010 Jul;49(7):1281-9. doi: 10.1093/rheumatology/keq067. Epub 2010 Mar 24.

Agradecimientos a Wioletta Zabek y a Roxana Wisniewska por cedernos su imágen para ilustrar esta entrada.