El método McKenzie, también conocido como Método de Diagnostico y Terapia Mecánica (MDT) es un método de evaluación y tratamiento para la columna y las extremidades desarrollado por el fisioterapeuta Robin McKenzie.
McKenzie utiliza una filosofía que  involucra y educa al paciente de una forma activa siendo uno de los métodos que dispone de la mayor evidencia científica. Este método es un abordaje basado en unos principios y procedimientos que una vez se conocen y se llevan a cabo, son muy efectivos.

DIAGNÓSTICO

Uno de los puntos clave es la evaluación inicial, pues es una manera segura y fiable de llegar a un diagnóstico preciso lo que nos permite diseñar un plan de tratamiento apropiado.
Es de destacar, como parte más importante, como en cualquier método o forma de aplicar la fisioterapia, es la evaluación, el fisioterapeuta hace una historia detallada sobre los síntomas y su comportamiento para averiguar si están relacionados o no con posturas o movimientos que se realizan en la actividad cotidiana. Se le pide al paciente que haga varios movimientos varias veces, al igual que posturas mantenidas para evaluar la respuestas de los síntomas y la movilidad que tiene. La principal diferencia con otros métodos es la utilización de movimientos repetidos en lugar de un solo movimiento. Saber como cambiar los síntomas con esos movimientos repetidos será clave para llegar a una conclusión diagnóstica y diseñar un tratamiento.

Ejercicio McKenzie

CLASIFICACIÓN EN SUBGRUPOS

El siguiente punto clave es la clasificación en subgrupos en base a la respuesta sintomática y mecánica de los pacientes. Los diferentes subgrupos son los siguientes: “síndorme derangement”, “síndrome de disfunción” y “síndrome postural”. El procedimiento utilizado es muy interesante ya que, en mi opinión, permite simplificar el proceso diagnóstico categorizando al paciente en base a las respuestas al movimiento en lugar de hacernos pensar en la patología de los tejidos ya que sabemos que en la mayoría de los casos son de causa inespecífica, siendo importante no desestimar la posible relevancia del tejido en nuestra evaluación.

Cada síndrome será tratado acorde a su naturaleza única, con procedimientos mecánicos específicos que incluirán movimientos repetidos y posiciones mantenidas.

TRATAMIENTO

El tercer punto clave es el tratamiento, para no entrar mucho en detalle y hablar un poco de lo más general o lo más habitual en la práctica clínica, hablaremos del “Síndrome Derangement” al que podemos llamar “la bisagra obstruida”, explica la presentación clínica asociada con una obstrucción mecánica de la región afecta. Por definición, una obstrucción es una pérdida de movimiento rápidamente reversible y, por ello, para validar la hipótesis de estar frente a un Derangement debemos observar cambios mecánicos evidentes que mejoran o se mantienen,
debemos ver cambios evidentes en la mejora del ROM, disminución del dolor y centralización *** del mismo; deberemos asegurarnos de que hemos elegido la dirección correcta del movimiento, de que los cambios se mantienen o mejoran entre sesiones y que el paciente ha realizado correctamente los ejercicios en casa (muy importante el final del rango).

Para tener una buena guía clínica, McKenzie estableció la conocida LEY DEL SEMÁFORO.

McKenzie fisioterapia villa del prado Valladolid

Usando la información de la evaluación, el fisioterapeuta prescribirá unos ejercicios específicos y aconsejará determinadas posturas que se deben adoptar y otras que se deben evitar. Si el problema o patología tiene una presentación mecánica más compleja, se pueden aplicar técnicas manuales ‘avanzadas’ hasta que el paciente sea capaz de autotratarse a través de ejercicios específicos y con la corrección de la postura. El objetivo es solucionar el problema lo antes posible. Lo importante es que el paciente se involucre en el tratamiento de una forma activa, pues permitirá que se recupere de sus dolencias más rápidamente.

En resumen, si somos buenos en nuestra evaluación, elegimos correctamente el plano de movimiento donde aplicar las estrategias de carga (en el plano sagital con la extensión como dirección de preferencia en un 85-90% de los casos) y nos aseguramos de que el paciente realiza el movimiento hasta el final de su rango posible en cada repetición, podremos encontrar una buena respuesta mecánica. Si no es así podemos pensar en que no es el plano correcto, no estamos llegando al final del rango o que, simplemente, no podemos clasificar al paciente con
esta metodología.

Mario Rico González