Los rápidos e importantes cambios biomecánicos que experimenta el cuerpo de la mujer durante el embarazo, y la transformación que sufren todas las estructuras óseas y musculares durante el parto, hacen necesaria una adecuada preparación física prenatal.
La práctica de actividad física, controlada por un profesional de la mecánica corporal como es el fisioterapeuta, nos ayudará a prevenir las consecuencias de estos cambios, como son los dolores lumbares por déficit en la estabilización lumbo-pélvica, las ciáticas por bloqueos del sacro o las secuelas postparto.
La preparación física prenatal consiste en la realización de ejercicios programados y guiados, basados en la movilización de las articulaciones pélvicas y en la tonificación del transverso abdominal (faja natural del cuerpo), a la vez que se entrena y desarrolla la propiocepción corporal para facilitar la motivación y colaboración materna en el proceso del parto.
Se trabaja con la mujer la sensibilidad y propiocepción de su suelo pélvico y la musculatura abdominal sinergista del útero, para que en caso de utilizar analgésia epidural, sea capaz de trabajar de forma eficaz durante las contracciones, ayudando al personal sanitario e involucrándose de forma activa y satisfactoria en su parto, facilitando la progresión del mismo y disminuyendo el tiempo de dilatación y expulsivo.
Se les enseña tambien la importancia de los cambios posturales durante el proceso de dilatación y se les explica cómo hacerlos de manera adecuada, ya que su realización mejora el alineamiento de la pelvis con relación al feto, previene alteraciones en la progresión del parto y ayuda a obtener contracciones más eficaces, a la vez que mejora la oxigenación fetal y disminuye la sensación de dolor.
Por lo general, se recomienda comenzar la preparación física al parto a partir de la 12ª semana de embarazo y continuar con ésta hasta la semana 36 – 40 en función de la agilidad de la futura mamá, con una frecuencia de 2 veces a la semana a días alternos.
Es aconsejable buscar un centro especializado, con un fisioterapeuta experto en fisioterapia obstétrica y uroginecológica, ya que será el profesional que mejor nos pueda ayudar a cumplir nuestros objetivos.
Para todas aquellas personas que estén esperando un bebé, las recomendaciones desde el campo de la fisoterapia obstétrica son:
– Mantenerse activa durante el embarazo. La actividad física durante el mismo mejora el bienestar materno-fetal y previene dolores lumbopélvicos.
– Realizar cambios de posición durante el proceso de dilatación. ¡Que no se quede tumbada! Mantener las articulaciones pélvicas libres, reduciendo el apoyo de la pélvis. Puede mantener cada posición 30-45 minutos si está comoda.
– Durante el tiempo que dura cada contracción, meter al bebé hacia dentro con el abdomen. Ayudará a que se encaje y descienda mejor disminuyendo el tiempo de la dilatación. Practicar este gesto durante el embarazo para realizarlo de manera sencilla durante el parto.
María Alonso Freire, fisioterapeuta vallisoletana, Especialista en fisioterapia uroginecológica y obstétrica y en fisioterapia manual osteopática.
Trabaja en la Clínica de Fisioterapia y Osteopatía Científica Villa del Prado. Valladolid.